Fotografía decorativa de personas con máscara sobre un escenario.

<<El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma>>

Arthur Miller

El Teatro Terapéutico o la Dramaterapia no tiene la intención de formar a actrices y actores. Su objetivo es promover el desarrollo personal, el autoconocimiento y la gestión emocional. Desde el punto de vista teórico, el Teatro Terapéutico es multidisciplinar y bebe de distintas disciplinas. No obstante, a modo de resumen, podemos decir que usa técnicas propias del teatro y la interpretación, con unos objetivos y un enfoque terapéuticos. Para ello utiliza aproximaciones conceptuales propias de la Psicología Sistémica, las Terapias de Tercera Generación o, más tradicionalmente, de la Gestalt.

Beneficios del Teatro Terapéutico o Dramaterapia:

El Teatro Terapéutico ofrece un espacio seguro para que las personas exploren y expresen sus emociones. Esta expresión favorece el autoconocimiento, el esclarecimiento de objetivos vitales y la toma de consciencia acerca de los bloqueos y creencias limitantes que dificultan conseguirlos.

Se trata pues de un espacio de reflexión, en tono lúdico, que favorece el crecimiento consciente.

En general, puede aportarnos los siguientes beneficios:

¿Por qué es útil el Teatro Terapéutico?:

El origen etimológico más remoto de la palabra persona es la palabra griega prósopon cuyo significado era ‘aspecto’. De ahí, la palabra evolucionó al vocablo etrusco phersu, cuyo significado era ‘ahí’. A partir de esa voz, los latinos denominaron persona a las máscaras usadas en el teatro por los actores y también a los propios personajes teatrales representados.

Si reflexionamos, nos damos cuenta de que las personas, de hecho, representamos múltiples papeles en nuestra vida cotidiana: nos ponemos múltiples máscaras.

El Teatro Terapéutico permite explorar todas nuestras “identidades” (tanto las que mostramos como las que reprimimos).